jueves, 10 de marzo de 2016

¡Qué pre-misa!

    
Secta Indígena

Como muchos saben, este sábado 12 de Marzo se dará en Tandil el tan esperado megashow del Indio Solari y los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, que tiene a todos los ricotas del país un tanto más que sólo ansiosos.  
Compañeros de Resistiendo con Aguante Villa María se acercaron para cantar un par de clásicos y sentir esa piel de gallina que sólo se experimenta con Los Redondos, y que continúa con esa mística permanente que deja Carlos “Indio” Solari en su recorrido junto a los Fundamentalistas.
    Siempre está ese "nosequé"  que recorre los huesos al no saber si será el último show del cerebro redondo del rock nacional. Por más rumores de disco nuevo, nunca se tiene toda la certeza.
    Por ese mismo motivo, la ansiedad ganó en nuestra ciudad, y este sábado que pasó se dio una de esas noches que no escapan fácilmente de nuestra memoria. Los muchachos de Superlógico: Somos Rock organizaron la gran Fiesta Ricotera, a puro Rock & Roll, amigos, y mucha variedad.
    Nuevamente, el festejo se armó en el Salón Dorado, sobre Naciones Unidas al 120, como había sucedido con total éxito el pasado 20 de Febrero por su Fiesta Funky Dealer. Esta vez el tema principal del fin de semana era palpitar de la mejor manera la previa de la “misa” ricotera del próximo sábado, que se lleva, de la mano de Superlógico, dos colectivos repletos. El salón explotó con más de 500 asistentes hambrientos; esos “prometidos de carne” necesitaban urgente una dosis de ricota para poder llegar a lo realmente esperado.”Mi aliento ya no espera”.

Viejos Yeites. 

   Noche templada, cielo despejado, momento ideal. El evento comenzaba a las 23 Hs. con cerveza dos por uno hasta la una de la mañana. A las 23:30 arrancaba el verdadero show, con los músicos de Secta Indígena y su Tributo a Sumo y al Rock Internacional. Un verdadero lujo, para agitar el puño y vociferar estribillos clásicos, de esos que nos gustan a todos.
    Seguido de ellos, subieron al escenario los Viejos Yeites, una gran banda local con mucha personalidad, mostrando su talento con covers añejos que se te introducen en el pecho (y, para los más “grandecitos”, un ataque de melancolía); en su mayoría de Creedence Clearwater Revival, Pink Floyd y The Rolling Stones. Pisando fuerte, como siempre.
    Más tarde, dieron su nota los chicos de Quimeras, con un amplio recorrido hecho ya en el espacio local, y un Rock repleto de influencias y muy buen gusto.
    Y sí, se hicieron esperar, buscárselos entre la gente, anhelando esa voz que bien podría apellidarse Solari si está la luz apagada. Subieron con toda la energía, con toda la actitud y el reviente que requiere hacer tributo a Patricio Rey y sus redonditos de ricota. Los Lunáticos Diamantes reinventaron allá arriba aquella frase de principios de los noventas, “llegan buenas nuevas”, y junto a ellos “esa banda inconsolable” que los admiraba más abajo detonó de locura, casi sintiendo la fresca brisa del Hipódromo de Tandíl sobre sus mejillas.

Lunáticos Diamantes y Martín Salvador Rossi 

    Tocaron un tema mejor que otro, sangrando riffs inmejorables en su máxima expresión; como vocalista, Martin Salvador Rossi se expresó en voz y en expresión corporal como el mismísimo Indio Solari, si hasta llevaba consigo el mismo look del frontman ricotero.
    Como les comentaba al principio, esto no escapará fácilmente de nuestros recuerdos. Todos contentos, bañados en sonrisas y cansancio… y una frenética añoranza a lo que nos espera, me incluyo, en estos próximos días. Ya sufrimos cosas mejores que estas, compañeros, pero siempre queremos más.
 
Hasta siempre.



Nota: Exequiel Berdasquera
Fotos: cortesía de Superlógico: somos rock

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