LA ESTIGMATIZACION DEL EMPLEO PUBLICO

Con el inicio del Gobierno de Mauricio Macri, el Empleo Público pasó  a ser su puntapié inicial en su objetivo por la “Modernización del Estado Nacional” a través del despido de miles y miles de empleados, con la excusa del achicamiento del gasto público.
¿Pero cuál es la magnitud del empleo Público en la Argentina?
El índice de trabajadores públicos de acuerdo a la población económicamente activa (PEA) es un buen indicador para compararse con otros países. La cantidad de empleados estatales en Argentina, tomando en cuenta tanto a la Nación como a las provincias y municipios, se calcula en 3.700.000, lo cual, considerando una PEA de 22.000.000, arroja que cerca de un 17% de los argentinos trabajan en el Estado. El 70% de esos trabajadores lo conforman Docentes, Médicos y Policías.
Esos valores demuestran que nuestro país no escapa a la media de la región latinoamericana y que está por debajo de los países desarrollados como Noruega (34%), Dinamarca (32%), Suecia (26%), Francia (22%), Canadá (20%) y el Reino Unido (18%).
Por lo que es errónea la concepción que quiere imponer el gobierno de Cambiemos, de un Estado agrandado lleno de ñoquis, lo que genera grandes deficitis. El empleo público creció estos años debido a que las tareas que brindó el Estado aumentaron en igual concordancia, pero eso no implica un exceso de gasto público.
Cambiemos ha iniciado una etapa de achicamiento de gasto comenzando  por el sector más vulnerable que compone a los estatales, es decir facturantes, becarios, cooperativistas y contratados, cuyos sueldos en su mayoría son acorde al minimo vital y móvil.
La modernización del Estado ha puesto en escena la “Demonización del Empleado Público”, dotándolo de una intencionalidad altamente política y hasta persiguiendo ideológicamente al empleado, cargándole el mote de “ñoquis” por lo cual su despido es aceptado por la media de la sociedad, sin hacer un análisis profundo y real de la situación de estos, sin dejar de lado que los medios de comunicación hegemónicos refuerzan esta idea.
Esto es solo el comienzo del vaciamiento del Estado Nacional y el efecto domino por parte de una política neoliberalista, cuyo destino será que los grupos económicos acaparen el poder estatal, desapareciendo el Estado como tal.

Texto: Nadia Zárate
Dibujo: Caito